Paseando por la calle,
o leyendo un libro,
observo que cada persona
intenta definir los sentimientos.
En esos momentos,
pienso en tu rostro y,
llevado por la inércia,
intento dar un nombre
a lo que nos une.
Podría decir: te quiero,
me gustas, te necesito,...
Sólo son palabras
que no sirven
para engolbarnos.
Conceptos artificiales
en los que no encajamos
ni tenemos que intentarlo.
Me preocupa que,
engañada por las palabras,
creas que entre nosotros,
ya nada queda.
Y maldeciría el genio
que las inventó,
un día inspirado,
si eso lo cambiase.
Podría decir: te quiero,
me gustas, te necesito,...
Sólo son palabras
que no dicen nada,
sonidos al viento.
Conceptos artificiales
que no sirven
ni lo han hecho nunca.
Podría decir:
"I love you",
"Je t'aime",
o leyendo un libro,
observo que cada persona
intenta definir los sentimientos.
En esos momentos,
pienso en tu rostro y,
llevado por la inércia,
intento dar un nombre
a lo que nos une.
Podría decir: te quiero,
me gustas, te necesito,...
Sólo son palabras
que no sirven
para engolbarnos.
Conceptos artificiales
en los que no encajamos
ni tenemos que intentarlo.
Me preocupa que,
engañada por las palabras,
creas que entre nosotros,
ya nada queda.
Y maldeciría el genio
que las inventó,
un día inspirado,
si eso lo cambiase.
Podría decir: te quiero,
me gustas, te necesito,...
Sólo son palabras
que no dicen nada,
sonidos al viento.
Conceptos artificiales
que no sirven
ni lo han hecho nunca.
Podría decir:
"I love you",
"Je t'aime",
"我爱你".
Podría decir lo que tu quisieras,
pero eso no cambiaría lo que siento.
Podría decir lo que tu quisieras,
pero eso no cambiaría lo que siento.