25 de junio de 2009

Sin mi Luz

Vuelvo de nuevo al hogar,
todo está como lo había dejado,
todo, menos tu sombra,
que nunca más proyectarás.

Fuíste para mi el mejor maestro,
y sin acabar las lecciones he quedado.
Tal vez, ésta sea la última enseñanza,
y la más dura, decirte adiós.

Desde que te conocí,
fuíste el faro que me guiaba,
y como un navío sin su luz
espero no naufragar en el mar de la vida.

Todo lo que pudiera escribir
sería vano e inútil,
pues jamás estaría a tu altura.

Así, pues, sólo puedo decir una cosa más:

"Hasta pronto, Maestro"

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