La verdadera belleza
se encuentra en un instante,
en el espacio del batir
de alas de una mariposa,
en el tiempo de vida
de un suspiro enamorado.
El canto de cisne
de un meteorito moribundo
cruza el cielo
en vuelo fugaz,
rompiendo la monotonía,
iluminando nuestro corazón.
Un instante efímero,
irrepetible e inconmensurable
en el que todo es posible,
donde el asombro reside.
Dejemos de pensar
en un futuro imaginario.
Olvidemos recordar
un pasado estéril.
Cada instante presente,
es lo único verdadero,
la verdadera belleza.
La única belleza.
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